Cuando algo le preocupa, el niño lámpara enciende su cabecita. Le digo: "Hoy, que la visita se fue pronto, podrás descansar sin tanto barullo". "Demasiado pronto para mí", me contesta y se apaga. Leo en voz alta un poema sobre el invierno, lo hago distraídamente, y dejo que se duerma pensando en niños de nieve con nariz de zanahoria.
ER
10 comentarios:
por hoy y últimos días. pareciera que estamos dialogando. cosa extraña. pareciera una conversación. extraña. como gente que habla diferentes idiomas, pero idiomas que comparten palabras.
le respondí allá, en casa. lo lógico hubiese sido acá, pero no quería enredar sus cosas, complicarle el trabajo a sus lectores. en fin, por allí la respuesta, a continuación de la suya. respuestas de respuestas sin preguntas.
a propósito, muy bellos sus textos. una obviedad, a esta altura.
El comienzo de mi "Día de suerte", es cierto que fue una casi-respuesta en diagonal a la propuesta abierta de boxing que lanzaste en tu "b.t.". Luego he sido incapaz de notar la continuación del casi-diálogo al que te referís, pero bienvenido sea, sobre todo si los idiomas parecen diferir, como en el bolero de babel.
o en la torre de pizza
o de panqueques
God save the queen!
Este niño lámpara a mí me da un poco de miedo, parece un vigilante del sueño, sin ojos ni boca. Demasido rojo, además. Uf.
No tengas miedo, es muy bueno y dulce, e ilumina mis lecturas.
A ver si se está quedando con todo lo que lees y planea algo, esa cabeza tan brillante me hace sospechar. Si dices que es bueno, me lo creo, pero no te fíes nunca.
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