sábado, 19 de diciembre de 2009

Testigo

Presencié la exhumación
de mis restos pero
una cinta naranja atada
a mi muñeca me convenció
de que no era yo
aquel cadáver

ER

martes, 24 de noviembre de 2009

Una mañana

I

Sostener el mate
como si fuera
una pipa

y caminar abstraídos
por la habitación
hasta poblarla de
nosotros

II

Un perro ladraba
dormido
movía las patas
se reía

III

Dejé mi cuerpo
amontonado al lado
del piano

contra la pared

y avancé en dirección
a la puerta

Nadie llamaba pero
los escombros del patio
querían entrar

porque afuera llovía
y la mañana perdía
su claridad
se disolvía lentamente
en un rumor sin
pájaros

ER

miércoles, 28 de octubre de 2009

Hielo 3

Hace tanto que
no leo música
que no recuerdo
de qué color
son las negras
de qué color
las blancas

ni la duración de
lo que nunca acaba

lo que nos obliga
a la permanencia

Pero hoy me desperté
a la vera del camino y
mi reflejo se fragmentaba
en el agua sucia

Había llovido
toda la noche

tenía la espalda dura
como una foca que
se arrastra sobre
el hielo

ER

Galle y Flor


El Galle y Flor se casaron. Yo los vi. Felicidades.

ER (Foto de Caro.)

domingo, 23 de agosto de 2009

Gato barcino. Presentación en La Plata

Voy a presentar Gato barcino en La Plata. Tres años después. Me acompañarán Mario Arteca y Norma Etcheverry. Están todos invitados.

Viernes 28 de agosto, 20 h, Centro Cultural Islas Malvinas, Av. 19 y 51.

Eduardo

martes, 14 de julio de 2009

Samuel Beckett

Suelo usar a Beckett
para explicar algunas cosas
que nunca quedan claras

el espacio intercostal reproducido
al infinito
las yemas batidas y vueltas
a batir

ER

viernes, 3 de julio de 2009

Persecución



Video: Carolina Soler
Música: 2vecesbreve (Verónica Benassi: voz; Federico Núñez: clarinete; Andrés Beeuwsaert: piano; Eduardo Rezzano: percusión y composición)

lunes, 22 de junio de 2009

Lectura de poesía

Miércoles 24 de junio a las 20 h

Marcos Canteli, Ana Gorría, Juan Soros, Eduardo Fariña Poveda, Óscar Pirot y Eduardo Rezzano.

Centro de Arte Moderno
C/ Galileo, 52 (Madrid)

lunes, 15 de junio de 2009

Cochinita Pibil

Me pusieron a moler maíz y soltaron unas cuantas gallinas a mi alrededor para dificuktarme la tarea; Cochinita Pibil, que me observaba desde el chiquero, se reía llevándose las manos a la boca y daba pataditas a un madero que llevaba grabado su nombre. Las horas pasaban y me sentía afiebrado; cuanto más cansadas tenía las rodillas, más infructuosos resultaban mis manotazos al aire: a cada manotazo, un picotazo.
Se hizo de noche y quise irme, y fue en ese momento cuando descubrí que no estaba allí por mi propia voluntad. Cochinita Pibil tampoco era libre de marcharse; pero, a la vez que acomodaba cajas con una lentitud exasperante, parecía disfrutar con el triste espectáculo que a disgusto me tocaba ofrecer.
No hacía frío y me eché a dormir en un rincón; a la mañana terminaría con el maíz. La expectativa de un trabajo bien hecho me permitió descansar sin culpas y soñé que iba en un barco por el Pacífico; mi camarote estaba infestado de cucarachas que caminaban presas de una gran excitación, quizás por los nervios de saberse en alta mar, quizás por desconocer mi incapacidad de hacerles daño.

ER

sábado, 23 de mayo de 2009

Volver a los 17

A veces, mientras camino, me propongo un juego: volver a los diecisiete, cuando mis planes no guardaban ninguna relación con lo que hoy me toca, y mirar con aquellos ojos cualquier detalle tomado al azar. El desafío es descubrir dónde me encuentro; en qué ciudad o, al menos, en qué país. Una tarde, paseando por un lugar al que no he vuelto, ocurrió que me quedé hechizado por el vuelo de las golondrinas, tratando de descifrar su escritura sobre el cielo gris y encapotado. La lluvia, que me caía abundantemente sobre la cara hasta casi borrármela, no tardó en despertarme con una pregunta o quizás con dos: ¿Quién era el migrante aquella primavera? ¿Cuántos como yo harían falta para traer un verano? Traer a salvo el verano a casa como si se tratara de un avión en emergencia; traer, aunque más no fuera, buenas noticias de otras costas, devoradas por el mar hace seiscientos años o más, quién podría acordarse.

ER

sábado, 16 de mayo de 2009

jueves, 7 de mayo de 2009

Ingeniería vírica

Haced click en el título.

Primavera


La primavera llegó
a las nueve menos cuarto
y ya había anochecido

El sol no escuchó
cantar al gallo
y se olvidó de amanecer

El esquizofrénico hizo
caso omiso de sus voces
y se perdió en la soledad

ER

jueves, 23 de abril de 2009

viernes, 27 de marzo de 2009

Casa de campo

Hemos preferido
no volver a la ciudad
y se hace de noche

Otra vez
nos perdemos
en la espesura del silencio

¿Volverán los cristales rotos
a la ventana?
¿Nos encontrará aquí la mañana
entre las maderas carcomidas del piso?

ER

miércoles, 4 de marzo de 2009

viernes, 27 de febrero de 2009

Madrid

Algo falló
frente a los cuadros
de Bacon

porque su arte no actuó
sobre mi sistema nervioso

Luego
Tarkovsky los toros
y descubrir lo obvio

que España y Rusia
son los extremos
de un continente que
apenas he conocido

Hecha un ovillo
la noche me ofrece su espalda
el último fotograma negro
la sonrisa sin el gato

ER

miércoles, 25 de febrero de 2009

Mono y Peca en acción


Estas fotos son de hace dos años, pero Mono y Peca siguen en acción para bien de todos. Ahora Peca, entre otras cosas, está agregando imágenes a las no fábulas que publicaré en Argentina dentro de unos meses, a mi regreso. Supongo que no hace falta decir que estoy ansioso por ver cómo acabará este proyecto transformándose en libro.

ER

viernes, 6 de febrero de 2009

Ropa de lana de oveja

El ropavejero alemán cuida el rebaño, pero en una fase muy posterior. En las noches de luna llena no pega un ojo y hace rodar bolitas de naftalina por la hondonada: su primo, que no es lobisón sino hombre polilla, acecha en cada rincón oscuro.

ER

miércoles, 28 de enero de 2009

Día perfecto

En un día perfecto
como el de hoy
añoro el paso del tren
sobre mi casa
a través de las paredes
haciendo saltar las paredes
la destrucción de mis
muebles mis recuerdos

Pero mi casa está
en pie y abandonada
y el día es perfecto
como el sol oblicuo
que cae largamente

¿Alguna pregunta?

Todas son preguntas
todas son respuestas

ER

jueves, 8 de enero de 2009

Don Luis

Empecé a tocar el cajón con un acordeonista ciego en el metro de Madrid. Me dijo: “No te puedo dar la mitad, pero te ofrezco casa y comida”, y me llevó a vivir a una chabola polvorienta y sin servicios ubicada en las afueras del DF. Le pregunté si había trabajado en Los olvidados, de Buñuel, y me contestó: “La verdad que no me acuerdo, pero podría ser que sí o que no, indistintamente”.

ER