viernes, 27 de marzo de 2009

Casa de campo

Hemos preferido
no volver a la ciudad
y se hace de noche

Otra vez
nos perdemos
en la espesura del silencio

¿Volverán los cristales rotos
a la ventana?
¿Nos encontrará aquí la mañana
entre las maderas carcomidas del piso?

ER

2 comentarios:

Amparo dijo...

Bueno, esta vez creo que me he hecho con el poema; por lo menos me llega una melancólica indefensión. Cada vez más hacia lo oscuro, evitando el núcleo de la luz.
Me ha gustado, entero.

Saludos

Eduardo Rezzano dijo...

Muchas gracias, me alegra que te haya gustado. Lo escribí luego de leer algunos poemas de Tu Fu, bajo su nocturna influencia, aunque en sus noches suelen brillar las estrellas y la luna.