sábado, 30 de noviembre de 2013
Dos reseñas de Caligrafía
Por Concha García:
http://conchagarcia1.blogspot.com.ar/2013/06/eduardo-rezzano.html
Por Miguel Gara:
http://www.culturamas.es/blog/2013/11/23/caligrafia-eduardo-rezzano/
sábado, 14 de septiembre de 2013
sábado, 31 de agosto de 2013
lunes, 19 de agosto de 2013
Algunos poemas de Caligrafía (Madrid, Amargord —colección Transatlántica—, 2013)
n cuerpos
El dedo acusador espera
olvidado-amputado
en el marco de la puerta
sujeto por la puerta cerrada
En la intimidad del cuarto
la acción transcurre
con la intensidad habitual
los cuerpos se mezclan
y dejan huellas
un camino de baba
por paredes y techo
cristales en el piso
sangre
y una silla incrustada
a la altura del tórax
Brasil
Si dijera que
nací en Brasil
los que me conocen
se apurarían a
desmentirlo
Por eso digo
que vengo del fondo
del mar
que germiné
en el casco de un galeón
hundido hace dos siglos
que fui amado
por los ocho tentáculos
de un pulpo antropofílico
que fui devorado
por un tiburón y
que volví a nacer
pero tardíamente
con los días contados
y la mirada perdida
en un punto difuso
que ahora se acerca
ahora se aleja
Despeñadero
En la memoria guardo
apenas tres sonidos
el canto de un pájaro
sin nombre
una campana que toca
a muerto y
el mar contra las piedras
A partir de esta pequeña música
trato de reconstruir algunas voces
pero es inútil
la música me conduce al silencio
cada mañana
cada atardecer
La
edad del helecho
Lo
llamaron primero
a
los gritos después
en
un murmullo
Contestó
con muecas
saltando
haciendo
el
tonto
Volvieron
a llamarlo
con
voz marcial
después
glaciar
y
cayó de rodillas
caminó
de rodillas
rumbo
al sol que se ponía
que
auguraba no sé qué tormenta
qué
clase de tragedia familiar
Despertó
y
convocó a sus discípulos
alrededor
de su cama postrera
pero
sus discípulos
lo
habían abandonado
y
estaba preso y enfermo
en
una cárcel del Perú
Despertó
otra vez
y
yacía tendido boca
abajo
en
un
claro en la selva
su
cuerpo irreparable
era
un cosquilleo
de
hormigas
un
tumulto de marabunta
asesina
la
turbamulta reclamando
derechos
—derecho
a no enterrar a los muertos
a
poner de cabeza a todos los santos
a
la vida después de la muerte
Los
perros
Los perros en jauría
rodean la casa
no piden ni exigen
toman esto y aquello
Rodean la casa
pero la casa está vacía
y la ciudad abandonada
El mar devuelve
sobre la costa detritos
y formas inacabadas
lo que no pudimos
llevarnos
lo que preferimos
olvidar
ER
viernes, 24 de mayo de 2013
Diplomacia
En una
valija diplomática
llevo al
embajador francés
Lo llevo con
orgullo
por todo el
mundo
porque es mi
pequeño
tesoro
Cuando
tratamos de dormir
se escuchan
sus gritos ahogados
pide
libertad fraternidad
e igualdad
y le
prometemos eso
y mucho más
si se calla
ER
martes, 14 de mayo de 2013
Presentación de Caligrafía (Madrid, Amargord —colección Transatlántica—, 2013). Fotos y texto
Presenté mi nuevo libro, Caligrafía, el 9/05/13 en Barcelona y el 10/05/13 en Madrid. En Barcelona me acompañó Concha García y en Madrid lo hizo Mariano Peyrou, poetas a quienes admiro. En esta última oportunidad también estuvo el editor, mi querido amigo Juan Soros, otro poeta admirable. Transcribo el texto que preparé para la ocasión.
Caligrafía es la segunda parte de una trilogía que comienza con Gato barcino y culmina con Nocturna, volumen todavía inédito. Es un poemario que empecé a escribir en 2003, en Barcelona, y que terminé en 2006, en La Plata. La idea que inicialmente me sirvió para dar cohesión a los primeros poemas fue la de una pantalla blanca, y llegué a ella estimulado por distintas experiencias, lecturas y conversaciones como el blanco sobre blanco de Enrique Arau, el espacio liso de Deleuze y Guattari, el desierto árabe de Lawrence y el ruido final de la película Irreversible, de Gaspar Noé. La idea “pantalla blanca” me llevaba a un mundo donde todo se reducía a lo primeramente indiferenciado, me conducía por los hielos árticos y me hacía entrever la existencia de los osos polares, que apenas aparecían como leves deformaciones del espacio-tiempo. La pantalla blanca me proponía un espacio idílico y prenatal que también ocultaba serios peligros: un fuerte poder narcótico, una invitación a la desaparición.
¿Cómo sobrevivir sobre la superficie de una pantalla blanca? La segunda idea que me ayudó a darle cuerpo al libro fue la de “caligrafía”, idea que además se impuso como título para el poemario. Posiblemente, mi experiencia de vivir con una familia china en un piso del monte Carmel me haya influido de manera importante, lo mismo que la película de caballería Héroe, de Zhang Yimou, en la que la caligrafía se practica sobre la arena con un palo y se halla muy cercana al arte de la esgrima. Parado y mimetizado sobre la pantalla blanca entendí el arte de la caligrafía como un ejercicio de supervivencia. Me había construido mi propio desierto y tenía una espada para escribir sobre él. Me di cuenta de que podría sobrevivir por medio de la escritura en tanto el acto mismo de escribir me iluminara y fuera portador de sentido. Para ello iba a necesitar algo de disciplina y humildad, una vida de amor y pobreza.
ER
lunes, 6 de mayo de 2013
Presentación de Caligrafía
El jueves 9 de mayo a las 19.30 h en Barcelona (librería Cómplices, c/ Cervantes 4) y el viernes 10 del mismo mes a las 20.00 h en Madrid (librería del Centro de Arte Moderno, c/ Galilieo 52) estaré presentando mi nuevo libro, Caligrafía, editado dentro de la colección Transatlántica de Amargord Ediciones. En Barcelona me acompañará Concha García y en Madrid lo hará Mariano Peyrou.
ER
domingo, 14 de abril de 2013
domingo, 31 de marzo de 2013
Denfert-Rocherau
Como el león de
Denfert-Rocherau
todo
desaparece
a la hora
precisa
¿Y si nada
se fuera
de una vez y
para siempre?
¿Si esta
ciudad se llenara
del puro
ruido de la locura?
Todo debe
desaparecer
como desaparece
del
fotograma quemado
el gato
negro de la fábula
como el león
de Tolstoi
tras las
puertas del infierno
ER
viernes, 15 de febrero de 2013
Infección
Cuando me revisaron el brazo dijeron que se trataba de un problema dermatológico, “un incidente de superficie”. Se retiraron a discutir el diagnóstico a la habitación contigua —probablemente el despacho del jefe del servicio— y me dejaron esperando mientras afuera anochecía y el consultorio se llenaba de oscuridad. Logré escapar sin esfuerzo y me escondí en el bosque aun sabiendo que nadie me buscaba.
La vida en el bosque resultó más agradable de lo que suponía, pero pronto me cansé de tener que procurarme el alimento con mis propias manos. De vuelta en casa supe que no eran médicos los especialistas que me habían atendido, sino una nueva forma de vida de la que habría que cuidarse, algo así como una macrobacteria intrahospitalaria, una megaconciencia que todo lo subsume.
ER
miércoles, 23 de enero de 2013
Patos y naranjas
En el fondo de mi casa
crecen patos y naranjas
Las naranjas enseñan
a los patos a dar su jugo
y ellas aprenden a nadar
en el estanque de las ranas
Afuera un vendedor
ofrece patatas y naranjas
pero muertas al nacer
ER
crecen patos y naranjas
Las naranjas enseñan
a los patos a dar su jugo
y ellas aprenden a nadar
en el estanque de las ranas
Afuera un vendedor
ofrece patatas y naranjas
pero muertas al nacer
ER
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