martes, 6 de noviembre de 2007

La infancia del procedimiento

(haced clic en el título)

16 comentarios:

Anónimo dijo...

"Lo no dicho" es seguramente, en muchos casos, la única verdad.

Me gusta esta página y tu poética.

La foto es una maravilla, qué niño tan redondito entre la arena. Visitaré "La infancia...", aunque ¿no da un poco de vértigo observar la fila de tantos poetas juntos?

Eduardo Rezzano dijo...

Sí, alguna vez fui un niño redondito, pero la vida me transformó en un monstruo de ocho cabezas, aunque siete de ellas llenas de brea y estopa.

Anónimo dijo...

no estoy tan seguro de que la poesía no tenga nada que ver con la comunicación. en todo caso, comunica mejor cuanto más se renuncia, previamente, a ese propósito. y lo que en todo caso comunica, es trabajo más del hipotético lector que del autor. o sea, cada lector construye a su modo el texto que lee.
impecables tus poemas.

Anónimo dijo...

Es cierto.
Hoy releía dos libros, uno de ellos el tuyo, y escuché "Compás de espera" como un mensaje en una botella. Lo habría leído ya un par de veces, pero lo vi hoy.
Y no digo nada del informe exhaustivo de "Padre", que cada uno entenderemos de un modo, pero que es implacable.

La Verdad Vasca dijo...

un gesto, una mirada, una palabra tachada, todo es interpretado por el otro y, a posteriori, tambièn por uno mismo. Donde se interpreta, se comunica.

Eduardo Rezzano dijo...

Muy agradecido por los comentarios.
Sobre el tema de la comunicación, no soy un buen polemista, pero me quedo en mis trece (algo de vasco yo también tengo -npsble: no sé cómo es en España o si es mitología argentina, pero aquí los vascos tienen fama de testarudos-).

Anónimo dijo...

NO creas en los estereotipos, aunque la genética de las poblaciones y la educación intensiva dicen lo suficiente.Sin ánimo de nada: ¿sabes lo que decía Borges sobre lo que tú me preguntas?

Eduardo Rezzano dijo...

Mi familia materna es de ascendencia vasca y desde chico oí aquello de la terquedad, dicho por ellos mismos con un desvaído orgullo de raza, de los vascos. Los estereotipos no son de mi interés, y con lo folclórico guardo sólo algunas inquietudes antropológicas y artísticas, cansado de los fascismos que se incuban en los cálidos y conmovedores sentimientos de pertenencia. Y aquí dejo una frase de Javier Pastor, extraída de su novela Esa ciudad:
"Folclorizar porque sí es un procedimiento imbatible para afirmar un territorio. Para devastarlo."
Por cierto, contame qué decía Borges. Saludos.

Anónimo dijo...

La frase atribuida a B., en muchas páginas de la red puede encontrarse y yo creo que la leí en el libro de M. Esther Vázquez, decía que los vascos no habían sido más que pastores de vacas. Creo que hay que ser un poco duro para eso, porque las vacas no se dejan conducir fácilmente. Así que la terquedad está justificada.
No obstante, da igual lo que tú pienses sobre lo que escribes, y también lo que pretendas. El que lee lo vuelve a construir, como dice el anterior comentarista.
Sobre los estereotipos, creo que quería decir lo contrario de lo que parece que dije: no debemos apoyarnos en su comodidad.
La frase que citas es muy clarificadora. Y cierta.

Eduardo Rezzano dijo...

Creo que había entendido bien lo que habías dicho y lo que decís ahora, y estamos bastante de acuerdo. Con respecto a la comunicación, es una palabra con la que no me llevo (vos no la utilizaste y por eso podemos estar más de acuerdo aún) y quizás más adelante me explaye un poco más sobre esa cuestión.

m.a. dijo...

tema complicado...
por ahí dice "donde se interpreta se comunica".
por aquí prefiero pensar que hay interpretación, antes que comunicación. y no es detalle invertir la proposición, pensar desde el que ve en lugar de quien produce. allí entramos en otro asunto..., que excede al arte, en principio.
comunicar implicaría una voluntad de, y me resulta más vitalista, más movilizante, pensar que el acto creativo es mucho más revulsivo y a la vez poderoso que querer dar a entender o establecer solidaridades o empatías, aunque más no sea embarrando la cancha (dependiendo del grado de hermetismo del sujeto en cuestión). una relación con la materia más que con quienes hipotéticamente miren (o no).
y aún más en el momento en que vivimos, en que la comunicación ya está hipersaturada y efectivizada hasta el empacho... no sé... tema complicado...
en todo caso, habría que pensar en cierta forma de establecer relaciones, no más que eso. austeridad.

y si, borges no quería a los vascos, pero en verdad no quería a casi nadie. eso lo hace más querible. al menos para mi.

Eduardo Rezzano dijo...

Daría la impresión de que la comunicación y la interpretación fueran de la mano, y yo prefiero no ir con ellas ni a la esquina, por lo menos cuando escribo o leo poesía. El que interpreta lleva siempre una pregunta en la punta de la lengua: "¿qué quiere decir?", o si se prefiere: "¿qué entiendo yo de todo esto?", si se apela a alguna noción de subjetividad, acaso la hermanita que faltaba en este adusto retrato familiar. Entonces, se estaría tratando de la búsqueda o la construcción de significado, cuando el poder del arte radica en su capacidad de desvincular la cadena significante y de producir devenires no humanos. Se nos obliga día a día a honrar nuestra condición humana, nuestra historia, nuestra raza, nuestra cultura, y yo digo que todo eso es basura, miseria y esclavitud. Estamos educados para interpretar y construir significancia, porque sin significancia no hay moral y sin moral no hay castración.

m.a. dijo...

hacia alla íbamos. espero no ser malinterpretada (valga la aclaración en esta contienda interpretativa). cuando hablaba de interpretación excediendo al arte, me refiero precisamente en ese sentido. la interpretación incesante, cási como búsqueda desesperada de estímulo-sentido, es patológica (en gran medida el psicoanálisis coronó el proceso para después juzgarlo, tal su procedimiento), y está tan vigente que asquea. nada es el objeto en sí sino lo que esconde, menuda paranoia, vivir rodeado de máscaras.
por eso excede al arte. habla más de un diagnóstico, de un estado de cosas, de esos a los que el arte precisamente da batalla, no por vocación sino por estar fuera.
el arte rehuye a las definiciones estancas, allí radica también su potencia.
y sí, la gente desesperadamente busca sentido donde lo hay, no lo hay, podría haberlo, quizás quizás. el problema está en quien mira. allá ellos.
linda polémica has armado. acalorada. podría pensarse que has hecho honor a tu raza, gente que juega como al frontón pero con garras.

Eduardo Rezzano dijo...

Bueno, no tan acalorada. Me alegra que salpimentemos un poco este blog. Gracias, amigos.

Anónimo dijo...

"el sueño teje su trama", Sigmund Freud

Eduardo Rezzano dijo...

Entonces, quizás sea hora de despertarse o de soltar una multitud de polillas sobre el tejido onírico. Si soñáramos con un mar azul habitado por las criaturas más encantadoras, Freud sería el pez-adilla agazapado a la sombra de un galeón hundido.