El arte es una bomba lista para estallar, sólo que hace falta conocer las palabras mágicas del tipo ábrete sésamo. El arte es liberador y la cultura, sujeción y adiestramiento; el arte es el antídoto contra la cultura, no siendo exterior a ella sino produciendo su exterioridad. Pero no todo arte es bueno para todos o conviene a todos: se trata de un buen arte, o que nos conviene en un momento dado, cuando su influencia nos hace crecer, cuando debilita nuestro yo autoritario; un mal arte, en cambio, nos envilece, nos afirma como sujetos, fortalece nuestra identidad y endurece nuestras convicciones. Un mal arte trabaja en complicidad con la cultura que avanza con pies de plomo.
Eduardo Rezzano
Eduardo Rezzano
1 comentario:
Muy bueno. Reflexión sutil y explosiva. Salud
Publicar un comentario