Foto: Carolina Soler (Madrid, 2009)
Cuando abrí los ojos y por un segundo vi todo pixelado, tuve la vaga idea de que había sido reemplazado por un androide. Pero sigo siendo el mismo, con ese sabor metálico en la boca y la electricidad que se me irradia por las plantas de los pies como si se me prendieran fuego.
ER
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3 comentarios:
Lleno de cables, Eduardo; pero no está mal ser un androide para muchas cosas.
Saludos
sí, qué lindos son los androides!
besos,
C.
Amparo: Cuando voy al trabajo me transformo en un androide muy eficiente.
C: Especialmente bonitos son los androides de Wong Kar Wai y de Ridley Scott. Y no olvidarse del brillante y querible Data, de Viaje a las estrellas.
Saludos.
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