Hace tanto que
no leo música
que no recuerdo
de qué color
son las negras
de qué color
las blancas
ni la duración de
lo que nunca acaba
lo que nos obliga
a la permanencia
Pero hoy me desperté
a la vera del camino y
mi reflejo se fragmentaba
en el agua sucia
Había llovido
toda la noche
tenía la espalda dura
como una foca que
se arrastra sobre
el hielo
ER
2 comentarios:
Un poema muy sinestésico!
Me encanta la foto anterior, enfocado al fondo: lo esencial del testigo,
saludos
Gracias, Amparo; no había pensado en la sinestesia. Con respecto a la foto, se ve que soy el preferido de la fotógrafa.
Un abrazo.
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